Por Qillqaqwarmi
Hace cinco años atrás no hubiera concebido escribir estas líneas, ya sea porque desconocía varios de los términos que hoy estarán escritos o porque el miedo y la vergüenza se apropian de mi cada vez que intentaba emitir una opinión acerca de muchas ideas o acciones violentas que evidenciaba. Es por ello, que este texto será acerca de cómo el feminismo hace incidencia en las acciones de una arte-educadora que ha tomado un camino lleno de paradojas llamado “trabajar en el sector cultura”. Así como, un recuento de las ideas de Rita Segato en su libro Contra-pedagogías de la crueldad (2018), los cuales han propiciado conversaciones y reflexiones que son llevadas a las acciones arte-educativas.
La primera vez que escuché sobre Rita Segato me encontraba en una sala con personas admirables que la nombraban cuando hacían hincapié en las consecuencias de la violencia de género, además de otros postulados como el pensamiento decolonial. Término que asociaba a la Colonia como una periodificación de la Historia del Arte, por ello, el solo hecho de repensar la palabra o darle otro sentido, me causaba confusión. Así que, me pregunté: «¿Quién era ella? ¿Qué otro tema nos propone?» Rita Laura Segato es una escritora, etnomusicóloga y antropóloga feminista nacida en Argentina, profesora emérita en la Universidad de Brasilia e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de Brasil; además de una destacada intelectual representante del pensamiento latinoamericano. Asimismo, ha colaborado con organizaciones de mujeres y pro derechos humanos en México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Perú y Argentina (1).
Los libros que ha escrito Rita, así como la gran cantidad de conferencias, clases magistrales y entrevistas la enuncian como una feminista insurgente; quien explica qué es el patriarcado (2), cómo nos oprime y a la vez cómo ataca a mujeres y hombres de manera diferenciada. Ello se ve reflejado en su obra Contra-pedagogías de la crueldad que nace de una serie de 3 clases dictadas en la Facultad Libre de la Universidad del Rosario en Argentina hace 5 años. Lo que más atrae de este libro es que convergen el relato con las anécdotas, las preguntas de les estudiantes y el diálogo que se va formando, teniendo una creación muy singular.
Sus palabras me increparon, me llenaron de interrogantes y luego de reflexiones que me rebasaban, porque antes de que yo supiera qué era el feminismo o me iniciara en esta deconstrucción, ya las ideas de Segato me hacían eco en muchos aspectos de mi vida y mi profesión cada vez que observaba la presencia del machismo, la discriminación y otros abusos en los espacios culturales.
¿Qué es el feminismo?
La propuesta de Rita sobre el feminismo radica en la creatividad, el cuestionamiento constante de lo que conocemos y la crítica al productivismo del sistema capitalista; el cual se inserta en América a través del colonialismo. A su vez, este hecho acentúa la superioridad del hombre validada por el sistema patriarcal lleno de reglas y castigos. Por eso, el feminismo tiene que ser un movimiento desregulado, que propone desarticular el mandato de masculinidad (3) para que sea posible reorientar la historia hacia un destino mejor para más personas.
Tras este acercamiento comprendí que mi trabajo en los museos y espacios culturales no debía estar exento de este proceso, quería evidenciar la lucha histórica de las mujeres y poner en práctica lo que el feminismo me había dado: reconocer mis derechos, hablar sin temor, autocuidado, trabajo colectivo por la libertad; así como defenderse de quienes por años se han sentado en el trono de la indiferencia y han usado su poder para invisibilizar el trabajo de muchas mujeres.
Cabe resaltar que esto no va ligado a un odio o desprecio hacia los hombres, ya que el feminismo no necesita de un “enemigo” para existir como un movimiento; al contrario, crea una opción nueva sin mantener las mismas prácticas patriarcales. Es valioso reconocer la ardua labor de compañeros que están trabajando en áreas educativas, ya que no es una pelea entre hombres y mujeres, sino el de la liberación del sistema patriarcal. Por ello, debo alzar mi voz; en este caso, escribir con ímpetu sobre lo que me ha sucedido y quizás lo que comparto con otras compañeras cuando hemos evidenciado esta desigualdad en oportunidades académicas y laborales.
Experiencias liberadoras
Alguna vez han escuchado ese mal chiste que comienza con “¿Cuál es el colmo de…?” bueno, ¿cuál creen qué es el colmo de una feminista decolonial? Pues, trabajar en un museo de arte colonial perteneciente a la familia más colonial que podría existir. En donde se experimentó la discriminación en varias oportunidades, una práctica que reproduce la idea de superioridad por origen y condición socio-económica que trajo el colonialismo europeo. Estas situaciones interfieren en la labor arte-educativa; debido a que en oportunidades debes hacer una diferencia en el servicio o las palabras que utilizas para atender rápidamente a sus demandas. El arte y la educación no están exentos de ello, dado que son el reflejo de la sociedad en la que se están desarrollando; en el caso del Perú, existe evidencia del ímpetu por diferenciar el arte de la artesanía como parte del discurso por oficializar lo que es valioso y aceptado por un grupo de poder. Por esta razón, optamos por liberarnos de los conceptos que perpetúan la discriminación y proponer otras opciones para relacionarnos con un objeto artístico y su contexto desde un enfoque de género por medio de la investigación de historiadoras feministas como Maria Emma Manarelli (4) y Claudia Rosas (5).
A pesar de reconocer el valor que tiene empezar con estas prácticas desde las áreas educativas, también nos enfrentamos a la crueldad del robo de sus logros y la poca inversión para la permanencia de sus equipos. Esto se conecta con la Pedagogía de la crueldad que menciona Rita, en la cual se enseña que el cuerpo de las mujeres es un bien, listo para ser parte del extractivismo: su crueldad radica en no presentar empatía con ellas; sino que las utiliza para su beneficio y luego las descarta, poniendo en evidencia la misoginia con la que actúan. Por consiguiente, se relaciona con el nulo respeto que existe hacia el trabajo de las arte-educadoras, además de adjudicarse sus proyectos para un beneficio institucional y personal. Esto definitivamente es violencia de género, la cual se puede visualizar, pero no denunciar ni contar porque estás supeditada a la precariedad laboral. En algunos casos, obliga a variar el objetivo de tu área; es decir, por volver “atractivo” al museo se realizan acciones que solo atraen personas, sin ningún propósito más que el monetario.
¿Y ahora?
Si bien Segato menciona que es posible decir que siempre hubo jerarquía y relaciones de género en base al poder y el prestigio desigual, con la intervención colonial estatal y el ingreso al orden de la modernidad, estas brechas se agravan y magnifican. No obstante, la propuesta del feminismo concierne al debate, el trabajo en comunidad y deliberación de todes tramando los hilos de su historia.
Quisiera mencionar que estas reflexiones feministas ligadas a la práctica de la arte-educación, no tienen un final; solo son una pequeña presentación acerca de un proceso continuo que está lleno de cambios, pensamiento crítico y propuestas creativas para enfrentar al sistema capitalista a través de una nueva pedagogía inspirada en mujeres como Rita Segato. Hoy reafirmo el decolonizar mi trabajo: ya no más mirar, mirar y mirar; sino analizar, criticar y proponer.
NOTAS:
(1) Biografía de Rita Segato. Consultado en: http://www.unsam.edu.ar/pensamientoincomodo/biografia.asp
(2) El patriarcado es un orden político primordial que se basa en el control, el disciplinamiento y la opresión de las mujeres mediante narrativas muy diversas y dispersas en el planeta, ligadas a las religiones, las culturas y las moralidades.
(3) El mandato de masculinidad hace referencia a los actos exigidos que destruyen moral y físicamente, ya que por su carácter jerárquico exige obediencia y por ser corporativa tiene que mantenerse en constante violencia, crueldad, falta de sensibilidad, empatía, solidaridad y compañerismo hacia las mujeres. A su vez, causa tensión interna en muchos hombres, debido a que no pueden expresarse como seres sensibles.
(4) Escritora e historiadora feminista peruana. Es fundadora y coordinadora del Programa de Estudios de Género de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
(5) Historiadora y docente feminista peruana. Es parte de la Academia Nacional de la Historia y editora del libro Género y mujer en la historia del Perú. Del hogar al espacio público (2019, Fondo Editorial PUCP).
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